El fortalecimiento reciente del peso mexicano es un reflejo de la recuperación económica del país. Diversos factores, como el aumento en las exportaciones, especialmente en sectores clave como el agrícola y textil, y un clima más favorable en el comercio internacional, han impulsado esta tendencia positiva.
Además, la creciente inversión extranjera, particularmente en sectores estratégicos como la minería, energía y construcción, está promoviendo una mayor estabilidad económica. Esto fortalece la moneda nacional y la hace atractiva en los mercados internacionales.
Sin embargo, algunos expertos advierten que las fluctuaciones podrían ocurrir en el corto plazo debido a factores globales como la inflación y posibles cambios en las políticas internacionales. A pesar de esto, la expectativa es que el peso continúe siendo estable a mediano plazo.
Recientemente, México ha implementado cambios significativos en su sistema fiscal, que afectan tanto a individuos como a empresas. Uno de los cambios más importantes es la reducción de impuestos para pequeñas y medianas empresas, lo que fomenta el crecimiento y la innovación en el sector privado.
Las reformas también incluyen mayores requerimientos de transparencia financiera para las grandes corporaciones y nuevos impuestos relacionados con la adopción de tecnologías limpias, promoviendo la sostenibilidad y el apoyo a la transición hacia una economía más verde.
Aunque estos cambios suponen una oportunidad para fortalecer la economía, algunas pequeñas empresas podrían enfrentar desafíos adicionales relacionados con los impuestos laborales. Sin embargo, la reforma fiscal debería proporcionar un entorno más predecible para las empresas.
Las proyecciones económicas para México en 2024 indican un crecimiento estable, con un aumento esperado del PIB de entre el 5% y el 6%, impulsado por el crecimiento de sectores clave como la agricultura, la construcción y las iniciativas de infraestructura.
La agricultura continúa siendo un pilar importante del crecimiento económico, con inversiones en nuevas tecnologías que mejoran la productividad y abren nuevas oportunidades para la exportación de productos mexicanos.
También se anticipa que los proyectos de infraestructura, como el desarrollo de carreteras y la modernización del sector energético, continuarán estimulando la economía y creando empleos, promoviendo asociaciones entre el sector público y privado.
La demanda constante en Asia, combinada con las restricciones en la oferta por parte de la OPEP+, ha impulsado el aumento de los precios del petróleo, lo que beneficia a las empresas productoras y puede impactar las tasas de cambio de los países exportadores, como México.
Los mercados bursátiles en Europa atraviesan momentos difíciles debido a la incertidumbre política y el aumento de la inflación, lo que podría afectar los flujos financieros globales y provocar variaciones temporales en los mercados mexicanos.
La inestabilidad económica global ha contribuido al fortalecimiento del dólar frente a otras monedas, lo que afecta las decisiones económicas y las expectativas de inversión en México.